URJC Fuenlabrada

La Declaración de Bolonia es un acuerdo firmado en 1999 por los ministros de educación de diversos países. Hoy son 47 los estados que han acepado el proyecto. Bolonia tenía como principal objetivo “facilitar el intercambio de titulados y adaptar el contenido de los estudios a las demandas sociales”. Con dicha declaración se creó el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

En el plano financiero y económico, Bolonia ha suscitado toda una serie de críticas al estar relacionada con la Mesa Redonda de los Empresarios Europeos (ERT), donde se exponía la mercantilización de la educación en un informe presentado en 1995.

Desde su aprobación, la Declaración de Bolonia ha sido fruto de mucha controversia. Sus detractores abarcan la totalidad de los países aceptantes y las revueltas de estudiantes se han hecho eco de los problemas que este proyecto plantea. La mercantilización de la Universidad y sus sistemas de financiación suponen un punto clave en el futuro de miles de jóvenes españoles que aspiran a conseguir un título de estudios superiores.

¿UNA UNIVERSIDAD MERCANTILIZADA?

Según los estudios realizados en Ibercampus durante el 2009, un 29% de los españoles no aprueba el proceso de Bolonia. Esta cifra supone el doble de los que apoyan la iniciativa.

Con referencia a las tasas de estudios publicadas por el Gobierno, los estudiantes de Bolonia pagaran entre un 19 % y un 23% más que en el plan antiguo. El precio de los créditos aun no adaptados al plan subirá un 1,47% en todas las universidades, salvo en la Complutense donde la subida será de 1,8% a todos los créditos con independencia del plan.

Desde la publicación de estas tasas, diversas voces discrepantes se han levantado para impedir esta subida.

María Amparo Camarero, secretaria autonómica de Universidades, señaló que con el modelo anterior una carrera completa costaba, de media, 2.951 euros. Y que esa misma carrera, transformada en grado, costará 2.806.

A este respecto, Carlos Andradas, Vicerrector de Ordenación Académica de la Complutense declaró que: "En la práctica se quiere cobrar lo mismo en los cuatro años del grado que en los cinco de las carreras".

Caricatura de Bolonia, por Eneko

Bolonia obliga a realizar un máster de postgrado a los alumnos del nuevo plan. Este hecho supone otro encarecimiento de los estudios ofertados. Según el diario mercantil levantino Levante-emv los estudiantes de las universidades públicas "tienes que abonar un mínimo de 832 euros y un máximo de 3.012 por matricularse por vez primera en un curso completo de un máster oficial". Los precios de los másteres podrán, por tanto, suponer un coste superior a los cuatros años de grado. A este respecto un articulo publicado en el diario El País indica que "Hacer el máster de un año para ser profesor de instituto saldrá por 810 euros, cuatro veces más de lo que han pagado este curso los estudiantes del viejo CAP (Curso de Aptitud Pedagógica)".

Los estudiantes se quejan del sistema “préstamo-renta” que el Ministerio de Ciencia e Innovación implanta para la financiación de estos estudios, abogando al endeudamiento que supone y al elitismo que puede conllevar.

Carlos Fernández Liria, profesor de filosofía por la UCM, explicaba así el proceso de mercantilización de las universidades en el diario Público "Al volcar la financiación pública en proyectos académicos que ya gozan de “fuentes externas” de financiación lo que se hace lisa y llanamente es subvencionar con dinero público actividades empresariales privadas (al tiempo que se ahoga la financiación pública de actividades de interés ciudadano que no sean rentables)".

El profesor Liria mantiene en el prologo del libro Bolonia no existe. La destrucción de la Universidad europea, que: "Al capital ya no le quedaba más que el mundo inteligible por conquistar".

El Catedrático de Sociología y profesor de la UCM Marcos Roitman Rosenmann, expresaba en la revista Fusión lo siguiente: "La Universidad nunca ha estado fuera de las demandas planteadas del mercado. Cuando hablamos de arquitectos, médicos, ingenieros, pedagogos, psicólogos o periodistas, muchos trabajan en la empresa privada. Sin embargo, lo que se cuestiona es decantar el sistema universitario y la oferta de carreras, tanto como la clausura de otras, en función de los beneficios económicos que reportaría para hacer caja".

Roitman mantiene que el mercado y la universidad no han sido parcelas separadas durante la vigencia del plan antiguo, e incluso señala que los comportamientos elitistas en el ámbito estudiantil no han sido casos aislados, por lo que opina que con la entrada de Bolonia: "Se seguirá como ahora. Quienes tienen medios, accederán e incluso pedirán préstamos innecesarios y como de costumbre no habrá igualdad de oportunidades. En la universidad -como en la sociedad capitalista- no existe la igualdad de oportunidades, es un mito".

El profesor señala los puntos relevantes de Bolonia y su mercantilización: "Aunque la privatización de las universidades se ha producido hace ya unas décadas, no se trata de una venta de la Universidad Pública, sino de un giro en sus programas y planes de estudio. Hay muchas maneras de privatizar, y una de ellas es romper el criterio formativo de los estudiantes y del personal docente. De esta guisa se introducen criterios competitivos en las actividades de investigación o docencia".

NOS QUIEREN ECHAR DE LA URJC

Como señalaba el profesor Roitman, las universidades comienzan su periplo por la implantación de las nuevas asignaturas ajustadas al plan. Estas reformas están constituyendo errores que no solo son contrarias a las leyes sino que perjudican a los alumnos del plan antiguo, que ven mermados sus derechos.

Durante estos últimos meses, alumnos de cuarto curso de la doble titulación Periodismo-Derecho de la URJC, han llevado a cabo algunas protestas relativas a la extinción de las licenciaturas universitarias que quedaran obsoletas para dejar paso al nuevo plan por grado y afectaban a 8.000 alumnos.

Jesús Higuera, alumno participante del grupo de presión, nos concedió una entrevista: "Personalmente creo que simplemente nos quieren quitar de en medio por el tema de la economía. Cuesta mucho dinero mantener grupos R".

¿Creéis que la base fundamental se debe al recorte de presupuesto universitario?

"Si, principalmente. Aunque luego esta eso del prestigio de ser el primero en algo. La universidad es la primera en toda España que ha implantado este tema".

¿Qué explicaciones os dio (el vicerrector de Móstoles) sobre la reforma?

"Nos decían que esta reforma se tenía que llevar a cabo si o si. Que ya estaba aprobado y que no se iba a poder cambiar".

Alumnos reunidos en el edifico de rectorado

Este grupo de presión ha orientado sus protestas desde diversas plataformas, siendo internet y las redes sociales la principal forma de difundir el mensaje y presionar al rectorado. Desde su blog: nosquierenechar.blogspot.com, la plataforma de protesta reivindica un abandono de la financiación del alumnado:

"Crearon a prisas y a la carrera un calendario de extinción periódica, reaccionaron con reuniones sin soluciones y ahora nos han dicho que han emitido una petición al Ministerio de Educación porque esto viene de arriba. ¡¡No, señores de la URJC!! La culpa es suya, son ustedes quienes han creado ese calendario y quienes lo pueden quitar, porque nosotros no tenemos la culpa de que se quieran gastar el dinero en poner cartelitos con el nombre de los árboles, en instalar televisiones en los aularios donde salga publicidad del "buenhacer" de esta universidad, y no se lo quieran gastar en mantener grupos R. Grupos formados por estudiantes que por sus motivos tienen una asignatura de otros años".

El grupo de protesta se ha quejado del trato recibido por la Universidad en diversas entradas del blog:

"Nos han amenazado con denunciarnos por algo tan simple como escribir con tiza, nos han llegado a decir que el dinero que la universidad iba a destinar para ordenadores por nuestra culpa lo han tenido que destinar a limpiar esos restos de tiza, restos que se van incluso con el agua de la lluvia. Nos han llegado a denegar tres veces los carteles de nuestro blog, carteles que hemos tenido que modificar hasta dotarlos de una sobriedad increíble para que fuesen legales. Nos han dicho que gente que ha hecho lo mismo que nosotros se ha llegado a jugar la carrera".

Finalmente, tras la protesta realizada el día 4 de noviembre junto al rectorado del campus de Móstoles, el órgano ejecutivo universitario ha reconocido su error y las peticiones de los estudiantes han sido aceptadas: "Nosotros simplemente pedíamos; ser informados correctamente por carta o por correo personal, nuestras 6 convocatorias más la de gracia y tener hasta 2015 para terminar la carrera".

"Nos sentimos satisfechos ya que no es un trabajo solo de 30 personas sino de 8.000. Sin ellos nosotros no hubiéramos hecho nada. Estamos muy emocionados y sabemos que todos nosotros podemos ser ejemplo para algunos".

Hemos intentado comunicarnos con algún miembro de la universidad y a fecha del cierre de esta publicación no hemos obtenido respuesta.

Por Sara Molina e Inmaculada López